Estas imágenes capturan la naturaleza transitoria y precaria de la existencia en el paisaje desolado por el genocidio de Gaza. La exposición presenta copias de obras de arte originales que fueron destruidas por el Ejército israelí o se perdieron en los desplazamientos forzados del pueblo gazatí en busca de refugio, junto con piezas producidas utilizando herramientas digitales, tinta y colores naturales de plantas.
La mayoría de artistas en esta exposición permanecen en Gaza. Todas y todos han sido testigos de la destrucción de sus comunidades, y muchos han perdido a familiares y amigos. Su trabajo es un poderoso testimonio de la resiliencia del pueblo palestino y un llamado a reunir apoyo para su liberación.